Si hay progreso, ¿por qué tantos dominicanos se van del país?

República Dominicana es un país con hermosas playas y un clima caribeño. También es una nación con estabilidad política desde los años 70 y una economía en crecimiento.
En los últimos 50 años, el país ha crecido en promedio un 4,9% anual. En 2023, el PIB per cápita alcanzó los US$11.200. A pesar de esto, muchos dominicanos siguen emigrando en busca de mejores oportunidades.
El crecimiento económico no se refleja en la vida diaria de todos. En los últimos años, la diáspora dominicana aumentó significativamente.

Entre 2021 y 2022, la cantidad de dominicanos viviendo en el extranjero creció de 2,53 millones a 2,83 millones. Muchas personas deciden irse porque sienten que no tienen suficientes oportunidades en su país.
En un reportaje realizado por Laura García para BBC News Mundo, se explica que en las últimas dos décadas, República Dominicana no ha experimentado una crisis económica severa.
Su principal fuente de ingresos proviene del turismo y las remesas. En 2023, el turismo generó casi US$18.000 millones, y los dominicanos en el extranjero enviaron más de US$10.000 millones en remesas. Sin embargo, esta riqueza no está distribuida de manera equitativa.
Más del 40% de la población vive en condiciones de vulnerabilidad, según datos del Banco Mundial. Además, la movilidad social es muy baja. Un estudio realizado en 2014 reveló que menos del 2% de la población había mejorado su nivel de vida en comparación con la generación anterior.

En América Latina, este porcentaje fue del 41%. Mientras tanto, el 19% de los dominicanos había empeorado su situación económica. Los expertos creen que esta realidad no ha cambiado mucho desde entonces.
La desigualdad y la falta de oportunidades son dos razones principales por las que los dominicanos emigran. Aunque el país tiene estabilidad macroeconómica, los salarios siguen siendo bajos y el costo de vida es alto.
El salario promedio es de aproximadamente US$570 al mes. Solo una minoría gana más de US$1.000 al mes. En sectores como la agricultura y la ganadería, los trabajadores ganan en promedio solo US$450.
La llegada de inmigrantes haitianos también ha influido en la economía. Muchos de ellos huyen de la crisis en su país y aceptan trabajos por salarios más bajos. Esto afecta especialmente a los trabajadores del sector agrícola y de la construcción, que deben competir por empleos con sueldos bajos y pocas garantías.
Incluso las personas con estudios superiores enfrentan dificultades. Un claro ejemplo es la educación. Las escuelas públicas tienen un bajo nivel académico. Por eso, muchas familias de clase media prefieren inscribir a sus hijos en colegios privados.
Sin embargo, estas instituciones pueden costar miles de dólares al año, lo que representa un gasto elevado.
El alto costo de la vivienda y los productos básicos también afecta la calidad de vida. Para muchas familias, los ingresos no alcanzan para cubrir gastos esenciales. Como resultado, muchos buscan mejores oportunidades en otros países.
Estados Unidos es el destino más popular. Más de 2,5 millones de dominicanos viven allí. España es el segundo destino con 200.000 dominicanos, seguido de Italia, Canadá y Chile.
Desde 1965, la ley de migración de Estados Unidos ha permitido la reunificación familiar. Esto ha facilitado que muchas familias dominicanas se establezcan en ese país y sigan enviando dinero a sus familiares en la isla.
Cada año, las remesas aumentan. En 2023, se enviaron US$10.000 millones, un 3,1% más que en 2022.
Las remesas juegan un papel clave en la economía dominicana. Ayudan a mantener el consumo interno y sostienen a muchas familias. También compensan, en parte, la desigualdad económica.
Aunque el país sigue creciendo económicamente, para muchos dominicanos emigrar sigue siendo la mejor opción para mejorar su calidad de vida y la de sus seres queridos.