Otro conflicto, por los hijos.

Introducción: El presente artículo aborda la reciente situación entre la cantante colombiana Shakira y el exfutbolista español Gerard Piqué. Se enfoca en los conflictos posteriores a su separación, que se anunció en junio de 2022, y que han continuado generando controversias, especialmente en lo que respecta a sus hijos y propiedades compartidas.

En junio de 2022, Shakira y Gerard Piqué anunciaron su separación, un evento que marcó el inicio de un proceso de divorcio largo y conflictivo. Este período no solo fue difícil para ambas partes, sino que también impactó en sus carreras y vidas personales. Shakira, en particular, utilizó estas circunstancias para impulsar su carrera musical, creando obras que reflejan sus sentimientos tras la ruptura, aunque sin mencionar directamente a Piqué ni a su nueva pareja, Clara Chía.

El divorcio, caracterizado por desacuerdos y tensiones, también involucró problemas relacionados con sus hijos, Milan y Sasha, y la venta de una propiedad que compartían en Barcelona. Según Jordi Martín, un paparazzi que ha seguido de cerca el caso, existen discrepancias significativas entre Shakira y Piqué en lo que respecta a las vacaciones escolares de sus hijos y la venta de su casa en Barcelona.

Martín reveló en el programa "El Gordo y la Flaca" que Piqué está ejerciendo presión sobre Shakira para que acceda a vender la propiedad. Además, se mencionó que Piqué podría poseer información que complicaría los problemas legales de Shakira con la Hacienda de España.

El acuerdo de separación inicialmente establecía que los hijos de la pareja vivirían con Shakira en Miami, permitiendo a Piqué visitarlos diez días al mes. Sin embargo, Piqué busca ampliar este tiempo, apoyándose en un vacío legal: el acuerdo firmado en Barcelona no fue ratificado en Miami. Esto le da a Piqué una oportunidad para argumentar legalmente a su favor y buscar más tiempo con sus hijos.

En conclusión, la relación entre Shakira y Gerard Piqué continúa siendo compleja y llena de desafíos legales y personales. Los conflictos sobre sus hijos y propiedades compartidas siguen siendo puntos críticos en su proceso de divorcio, lo que sugiere que aún quedan capítulos por escribirse en esta historia.

Subir