Injusticia y redención

Santo Domingo, República Dominicana.- Nicaury Lisbeth Encarnación y su hija Erika López Encarnación han superado un proceso judicial injusto. Nicaury fue condenada a ocho años y estuvo tres en prisión por un delito que no cometió.
El caso inició tras un asalto en su negocio, ubicado en su casa en Sabana Perdida. La noche del 19 de agosto de 2021, ladrones armados irrumpieron en el lugar. La madre, sus hijos y una clienta fueron víctimas del robo.
Los asaltantes robaron pertenencias y causaron pánico en la vivienda. Sin pruebas, Nicaury fue señalada como responsable por la propia persona asaltada. Un mes después, fue arrestada y enviada a prisión.
A pesar de la falta de evidencias, el caso avanzó en su contra. Videos y testimonios no fueron considerados. Junto a Nicaury, un vecino también fue condenado sin pruebas sólidas en su contra.
Su hija Erika, con solo 18 años, inició una lucha legal para demostrar la inocencia de su madre. Contactó abogados y enfrentó el sistema judicial con determinación para revertir la condena.
Finalmente, la justicia reconoció el error y Nicaury fue liberada. Sin embargo, su familia ahora enfrenta un nuevo desafío: su hijo Gregory, diagnosticado con cáncer en la garganta. La lucha de esta familia continúa.