Amistad rota

California, EE.UU. - Raymundo Gómez, un hispano de 72 años, ganó un premio millonario en la lotería en 2018. Lo que comenzó como una alegría pronto derivó en una disputa legal inesperada con un amigo cercano.
El boleto ganador fue adquirido en una tienda local y reveló una suma considerable. Gómez optó por recibir el dinero en pagos diferidos, sin imaginar que su amigo reclamaría la propiedad del boleto. La situación escaló rápidamente a los tribunales.
El demandante argumentó que él había comprado el boleto y que el premio le correspondía. Gómez, por su parte, aseguró que el ticket era suyo y que la acusación era infundada. La disputa generó un caso complejo basado en las leyes estatales de lotería.
El tribunal revisó las pruebas presentadas por ambas partes antes de emitir su veredicto. Finalmente, la justicia determinó que el premio debía ser transferido al demandante, dejando a Gómez sin la suma que creyó haber ganado legítimamente.
La decisión generó reacciones diversas en la comunidad, sorprendida por el giro del caso. Mientras algunos respaldaban el fallo, otros consideraban que la situación demostraba la fragilidad de los lazos de confianza cuando hay grandes sumas de dinero en juego.
Tras la resolución, Gómez se ha mantenido al margen de los medios, sin dar declaraciones sobre su situación actual. El caso se ha convertido en un ejemplo de los conflictos que pueden surgir por la fortuna repentina y las disputas legales en torno a los premios de lotería.
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