“sueño americano”

EE.UU..- Después de nueve meses en Nueva York, Wilkin Hernández, un inmigrante dominicano de Jarabacoa, tomó la decisión de regresar a su país. Durante su estadía en EE.UU., enfrentó múltiples dificultades, desde la falta de empleo hasta el estigma de portar un grillete electrónico de monitoreo.

Hernández llegó a Estados Unidos tras un largo recorrido que inició en El Salvador y culminó con el cruce del Río Bravo, ayudando a cargar a una niña en el trayecto.

Wilkin Hernández

Una vez en territorio estadounidense, fue detenido por las autoridades migratorias y liberado bajo la condición de usar un dispositivo de monitoreo en el tobillo, lo que, según relata, complicó su búsqueda de trabajo.

Durante su permanencia en Nueva York, pasó varias noches en estaciones de tren y enfrentó enormes obstáculos para conseguir empleo y vivienda.

Su intención era impulsar su carrera como rapero, pero la realidad que encontró en EE.UU. fue muy diferente a lo que esperaba.

Tras meses de dificultades, tramitó una carta de ruta en el consulado dominicano para poder regresar sin pasaporte.

Hernández asegura que su decisión de volver no está relacionada con las políticas migratorias de Trump, sino con la falta de oportunidades para establecerse en EE.UU. "El sueño americano no es lo que parece", comentó, advirtiendo a otros sobre los sacrificios y riesgos de la migración indocumentada.

Ahora, se prepara para reencontrarse con su familia en Jarabacoa, tras una experiencia que cambió su perspectiva.

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