Tragedia en Nueva York

El viernes por la noche, una escena desgarradora fue descubierta en un apartamento del vecindario Wakefield, en El Bronx, Nueva York. Una niña de 4 años fue encontrada viva, acurrucada junto a los cuerpos de su madre y su hermano autista de 8 años, quienes, según las autoridades, podrían haber muerto varios días antes.

La tragedia se conoció cuando el padre de la mujer, preocupado por no tener noticias de su hija, acudió al apartamento junto a otra hija. Al llegar, encontraron una imagen de devastación: la niña, desconsolada, gritando desde hacía días, y los cuerpos de los familiares sin signos de violencia.

La madre, de 38 años y con movilidad reducida por el uso de una silla de ruedas, y su hijo autista presentaban discapacidades físicas y mentales. Esto ha llevado a los oficiales a descartar de momento un posible crimen. No obstante, las autopsias ayudarán a determinar las causas y tiempos exactos de sus muertes.

Las identidades de las víctimas aún no han sido reveladas. La niña fue trasladada al Montefiore Medical Center para ser evaluada emocionalmente, según confirmó el Departamento de Policía de Nueva York. El caso ha conmocionado a la comunidad.

Este trágico suceso revive la preocupación por incidentes similares en la ciudad. En marzo, una madre de 33 años y su hijo de 7 fueron hallados sin vida y en avanzado estado de descomposición en Brooklyn. En agosto, otra madre y su hijo de 10 años con necesidades especiales fueron encontrados muertos en su apartamento del NYCHA.

Estos casos han generado preocupación en la comunidad y llamados a reforzar las redes de apoyo social, especialmente para familias vulnerables con miembros que padecen enfermedades mentales o discapacidades. Las autoridades podrían revisar los protocolos de seguimiento de los servicios sociales.

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