Tormentas en EE.UU. deja 16 fallecidos y caos en cuatro estados

Las intensas tormentas que azotan el sur y centro-norte de Estados Unidos han dejado un saldo trágico. Desde el miércoles, las lluvias torrenciales, inundaciones repentinas y tornados han cobrado al menos 16 vidas en estados como Kentucky, Tennessee, Arkansas y Missouri. La situación empeora con cada hora que pasa.

Las autoridades continúan emitiendo alertas de inundaciones y tornados en varias regiones. Durante la madrugada del domingo, se lanzaron nuevas advertencias a medida que el clima severo seguía avanzando. La población enfrenta condiciones extremas, con viviendas dañadas y ciudades enteras en estado de emergencia.

En Tennessee, diez muertes han sido confirmadas, siendo este uno de los estados más afectados. En Dyersburg, George Manns, de 77 años, se refugió con su familia, llevando vida y medicamentos por si la amenaza persistía. A pesar de los esfuerzos, la situación sigue siendo grave.

Mientras tanto, más de 6.400 vuelos fueron retrasados ​​y 521 cancelados el sábado. Las rutas comerciales también sufren interrupciones en Memphis y Louisville, debido a las crecientes aguas de los ríos. La cadena de suministro nacional se ve seriamente comprometida por esta crisis climática.

En Falmouth, Kentucky, las autoridades ordenaron una evacuación total al recordar las inundaciones históricas de hace tres décadas. El río Licking alcanzó los 15 metros de altura en 1997, y se teme que el escenario actual sea aún más grave. La alerta sigue activa en la región.

Las condiciones atmosféricas actuales, con altas temperaturas y fuerte cizalladura del viento, han provocado fenómenos devastadores. En Arkansas y Missouri, los tornados del viernes arrojaron escombros a más de 7.600 metros de altura, según informes del Servicio Meteorológico Nacional.

A pesar de que las autoridades locales han reportado un pequeño alivio en Hopkinsville, las lluvias continúan. El clima extremo sigue su curso, por lo que las comunidades deben mantenerse alertas y preparadas ante lo que pueda venir. La vigilancia meteorológica se mantiene activa y las recomendaciones son claras: evitar desplazamientos innecesarios.

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