Operativo masivo en Jarabacoa: más de 150 personas buscan a Roldany

Manabao, Jarabacoa, provincia La Vega. Desde el corazón de la cordillera Central, la esperanza sigue latiendo fuerte entre montañas, ríos y senderos agrestes, mientras un pueblo entero mantiene viva la fe por reencontrar a un pequeño que se ha convertido en el centro de una cruzada humana sin descanso.
Más de 150 personas continúan unidas en la búsqueda del niño Roldany Calderón, de 3 años de edad, desaparecido desde el pasado 30 de marzo, movilizando un operativo sin precedentes en la comunidad rural de Manabao, un paraje montañoso donde el tiempo parece haberse detenido desde que se perdió su rastro.
Equipos especializados de la Defensa Civil, cinco fiscales asignados al caso, los reconocidos cazadores del Ejército de Constanza, miembros del Sistema Nacional de Emergencias 911, unidades caninas entrenadas y demás organismos de socorro han concentrado sus esfuerzos en la zona, desplegando estrategias de rastreo que se intensifican conforme avanzan los días, sin perder de vista ni un solo rincón del accidentado terreno.
A este despliegue se han sumado también expertos en planimetría de la Policía Nacional, quienes con tecnología de precisión han comenzado a realizar levantamientos técnicos del terreno, analizando posibles rutas de desplazamiento que un niño pequeño podría haber seguido, y definiendo puntos clave para extender con mayor eficacia la cobertura del operativo.
Desde ayer, el enfoque se ha centrado en ampliar la zona perimetral de búsqueda, cruzando datos topográficos con las condiciones naturales del terreno, donde cada piedra, arbusto o trillo es evaluado con meticulosa atención por los rescatistas. El objetivo: no dejar ningún espacio sin explorar.
La comunidad de Manabao, marcada por la solidaridad y el arraigo, se ha mantenido activa, apoyando con alimentos, hospedaje y voluntariado, mientras las autoridades coordinan una acción que, hasta el momento, se ha caracterizado por su coordinación técnica y su intensidad ininterrumpida.
Las autoridades no han ofrecido detalles adicionales sobre hipótesis específicas, pero han reiterado que las labores se mantendrán "hasta agotar todas las posibilidades", priorizando la vida y el bienestar del menor como centro de toda intervención.
A partir de estos esfuerzos, se ha trazado un nuevo mapa operativo que busca multiplicar la eficiencia del rastreo, mientras las unidades cinotécnicas siguen orientadas por señales olfativas que puedan acercar al paradero del niño. Las próximas horas son claves, y los organismos continúan sumando recursos para no dejar espacio al azar.